La laguna cristalina

Paul le miraba fijamente, con expresión indiferente en su rostro, expresión que se veía muy seguido en su cara.

Y por cierto que te trae por aqui ee?? - Dice por sacar tema

Paul toma asiento, cerca de ella, pero a menos altura, puesto que el estaba en el suelo.

Si mi caso es similar, aunque usualmente vengo aqui a meditar, el lugar es tan hermoso... - Dice como pensando en voz alta.

Llegué allí y me ecnontré con uno de los perros, la verdad es que me daba bastante igual, si había podido soportar a Delos a él también podía.
Me senté cerca de la orilla de la laguna, donde el agua a veces podía llegar, mojando mis ropas con suavidad.
Alcé mi cabeza hacia el cielo y lo observé desde donde me encontraba... estaba tan lejos que nadie jamás podría alcanzarlo. Me giré hacia el lobo y la muchacha humana.
-Hola -Saludé con un tono inhumanamente hermoso, aunque a la vez muy frío.
Me recosté sobre la hierba y esperé a que pasara el tiempo, deseando que el lobo se enfureciera y me matara.
Noté como mi reciente castaño pelo empezaba a volver a teñirse de otro color, sonreí con tristeza. Había vuelto a perder la felicidad que hacía poco había aparecido en mí, justo en el mismo momento en el que él entró en mi vida... pero se fue.

Me doy cuenta de que una humana acababa de llegar. Me incorporo y la miro, era Eli.
-Hola -Le dije mientras intentaba ocultar la frialdad de mi voz.
Carraspee varias veces con el fin de lograrlo.

-Estoy bien -Susurré, mi voz había vuelto a ser la misma de siempre.
La miré y le sonreí dulcemente, al notar que se había preocupado por mí.
-Gracias -Le dije.

-Es una humana, como tú -Susurré tan bajo que solo ella pudo oirme, o eso creí.
-Gracias humana por saludar -Le dije a la chica bastante divertida mientras giraba sobre mi misma y la miraba. Sonreí con frialdad y volví a dirigirme a Eli.

-A parte de tí, ¿No? -Le pregunto. Me encontraba bastante extrañada por el dato que acababa de darme, sin embargo nada en mi expresión podía descifrarlo.

<Se va a dar cuenta de que la estás mirando> le dije mentalmente a Eli mientras me acercaba a la laguna. Me volví a sentar en la orilla y noté como la fina brisa movía mis cabellos.
Me quedé pensativa un momento, el tiempo necesario para que mis recuerdos volviesen a atormentarme.
Me toqué la frente con una mano, intentando que desapareciesen <IROS> les grité, pero no había manera de que se alejaran de mi atormentada mente, de mi sufrida mente.

Sonrío.
-Un buen sitio, te lo recomiendo -Le dije divertida, siguiendo su broma.
Me dí cuenta de que la otra humana de cabellos negros nos miraba, pero sinceramente me dió igual, si quería algo que se acercara.
-No me cuento nada la verdad -Dije mientras la miraba fijamente, clavando mis grises ojos en los suyos.

Sonreí dulcemente ante lo que me acababa de decir Eli. Me dí cuenta de que aunque no nos conocieramos casi nada podría confiar en ella para cualquier cosa. Sin embargo lo que me pasaba no lo sabía ni siquiera yo, quizás era que se me juntaban demasiadas cosas pero... no estaba segura.
Me dí cuenta de como miraba hacia otro lado, me dí cuenta de que eramos de especies distintas y de que yo la intimidaba demasiado.
Giré mi mirada hacia otro lado para que no se sintiese incómoda.
-Gracias -Le dije mientras volvía a sonreír con dulzura.

Me dí cuenta de que se encontraba nerviosa.
-¿Te pasa algo? -Le pregunté, sentía una gran debilidad por aquella humana, no por qué pero me sentía como si fuese su madre y tuviese que protegerla.
-Estás nerviosa... -Susurré -Puedes contármelo -Le dije intentando infundirle tranquilidad.

Me reí divertida, con una risa que sonó bastante fría, pero aquella era mi risa y no había manera de cambiarla.
-Sí, damos miedo -Le dije mientras me palpaba los ojos, si hubiera sido humana ya me habría echado a llorar de risa, pero aquel no era el caso ya que yo no lo era.
Al cabo de un rato me empecé a tranquilizar al fin. Me eché sobre la hierba fresca que rodeaba al lago.
-¿Cuánto tiempo llevas por aquí? -Le pregunté intentando sacar algún tema de conversación.