El bosque de Eldonya

Corrí como una posesa, ahora si debería hablar con Eyre. No al encontraba asiq ue la mandé un mensaje telepático, para comprobar si el radiod e alcance de mi mente la abarcaba a ella.
<Eyre, por favor, dime donde estas, necesito hablar contigo.> pensé entrelazando las manos, como si estuviese a punto de rezar <Creo que te debo una disculpa>

No me contestaba, continué corriendo aunque comenzaba a agotarme.
<Eyre, por favor, contestame> insistí. <Necesito que me perdones, eres la persona en la que mas confío aquí. Por favor> supliqué <Por favor, perdóname>

Al no mirar hacia el suelo, tropece con una gran raiz.
-¡Maldita sea!-exclamé, al caer cuan larga era al suelo.

<Estaba mal...>-me defendí <Pero no lo dije en serio... no al menos con intención de molestar>
Contesté mientras volvía a ponerme en pie y sacudía suavemente mi vestido blanco.

Creo que me voy ;_;

Aparecí d enuevo en el bosque. Coimes ¿Cuántos bosques había aquí? Algo desorientado, avancé entre las ramas. Oí un sonido a mi izquierda, mi agudo oído nunca me había fallado. Giré la cabeza y alcancé a ver a un cervatillo en la espesura. Tenía sed, y no pensaba reprimirme más... dejé que mis colmillos se mostraran.

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POco depsués me encontraba ya saciado. Me limpié la sangre que aún asomaba por las comisuras de mis labios, y sin duda me sentía muchísimo mejor. Caminé alegremente, con las manos en los bolsillos. Hasta me dio por silbar. Finalmente, llegué la camino que daba al cementerio.

He supirmido la escena, era demasiado horrible xDD

Me ajusto la capa y entro en el bosque, pensativa.
Aquel chico, Cedric, era un verdadero encanto. Una sonrisa se extendió por mi cara.
Me sentía feliz y útil estando con él.
No me di cuenta de que también estaba Delos.

Noto que alguien me saluda y levanto la cabeza aun con la sonrisa. Cuando veo quien es, esta desaparece de mi cara, siendo reemplazada por una mueca.
-Ah, eres tú.- dije andando hacía un árbol situado en su espalda.

-Será mejor decir desagradable.-digo con una mueca sentandome lejos de él. Ya no sabía lo que era, si un vampiro o un lobo.

-Aléjate de mi.- le digo con...¿miedo? No, imposible.

-¿Estás sordo o que? Que te alejes.-digo retrocediendo hasta chocar mi espalda contra un árbol.

-N...no-digo insegura.-Tengo asco.

-Alejate- digo derrotada y con los ojos cerrados, tratando de no respirar.-Por favor.- digo susurrando.