El callejón oscuro

-Eso es lo que queremos todos, pero, tú no vas
por el camino correcto. -Al lado de Salazar nadie podía
ser libre, podía tener poder, pero ser libre... jamás.
Siendo la sierva de Salazar tenías que obedecer todo
lo que el te decía, y sinceramente, a mi no me gustaba
recibir órdenes. Esa, entre otras muchas razones era la
que me había hecho dejar de serlo.
Noto como el viento mueve mi pelo y me acaricia el rostro.
Se estaba bien en aquel lugar, era solitario y oscuro.
En ese momento me sacudió un escalofrío, oh, no, empezaba
de nuevo, aquello no me gustaba.
Me apollé en la pared esperando a que volviera una sacudida de
recuerdos, siempre eran los mismos, exactamente los mismos, además,
dolía.
Me vinieron los mismos recuerdos de siempre. Estaba arta de aquello,
prefería no conocer mi pasado a aquello. Mientras volvían me retorcí de
dolor, aquello dolía, más de lo que parecía.
Después volví a la normalidad y miré a Deloys, había visto todo, había
visto mi sufrimiento, y, aquello me molestaba.

-E-Estoy bien -Logro susurrar. -Me voy -La miro
cansada sin ganas de hablar, aquello me había
cansado más, tenía que comer.
-Hasta otra Deloys -Desaparezco de allí.

Me vo yyo tambien,algo preocupada por Lynd.

Aparecí allí y me apoyé en una de las paredes, con cansancio.
Miré a lo lejos y recordé los viejos tiempos que nunca volverían... primero se había ido Deloys... después Salazar... más adelante Kyrd... todo había cambiado, para mal.
Me dí cuenta del olor que había allí, era bastante peculiar. Divisé a lo lejos, muy a lo lejos a Kyrd.
En una milésima de segundo estuve a su lado.

Me fui yo también al darme cuenta de que se había ido.