El bosque de Eldonya

Sale cansado de esperar

Luego de un tiempo me retiro del lugar...

Paul llega con Vanessa y la deposita en una de las rocas que había por ahí, una particualrmente plana y larga. Tras esto mira la herida de su cuello.

Tsk, esta sangrando aún - Dice y saca de su peuqueño bolso un par de vendas, las cuales utiliza para vendar su cuello, era obviamente rustico, y el vendaje no era perfecto, pero al menos detendría la sangre.

Dentro del Vendaje había puesto lo que parecían unas hierbas. Estas le deberían hacer arder, pero le curarían al poco rato.

Espero que seas resistente, si necesitas algo que morder, toma mi brazo, yo lo hago a menudo jejej - Dice como intentando levantarle los animos.

Asentí con una débil sonrisa en mi rostro.
La cabeza me daba vueltas y sabía que tarde o temprano perdería la consciencia.

-¿Y ahora que va a pasar? - pregunté con voz débil - yo no quiero ser eso...- me temía lo peor - es decir, como ellas...yo no...- lo que sabía es que no quería ser un ser como ellas - me duele mucho...- me quejé mientras les miraba con los ojos entrecerrados - gracias...










FDR:Bien, ¿Y ahora que hacemos? xDD Se supone que si la ponzoña se extiende, Vane se convertiría en un vampiro. Cosa que desde un principio no quiere. Así que...¿Qué hacemos? xDD

Paul se agacha, sabía que hacer, debía extraer el veneno de Vampiro con sus fauces, pero no sabía si podría resistir el el efecto, podría ser que ella se transformara en un caminante, por nada permitiría eso, sin embargo, no debía pasarse.

Se lo que debo hacer, sin embargo, debes confiar en mi, confias en mi?? - Dice mientras va quitando las vendas del cuello de Vanessa y levanta sus colmillos jáuricos, y mucho más furiosos que los de los vampiros.

El lobo abre sus fauces en el cuello de ella y comienza a bajar los colmilos, hasta penetrar con su dentadura el cuello de ella. Ignorando toda mueca de dolor que pudiera a llegar a crear la chica, Paul comienza a absorver lo que el identificaba, con su paladar (exquisito cabe decir) lo que identificaba como substancia que no fuera la sangre de la chica, pero no la tragaba si no que la mantenía en su boca, y cuando consideraba que esta estaba llena, soltaba a la chica y escupía el veneno al suelo. Había bastante sangre por todo el lugar, entre el piso, la cara de Paul y el cuello de Vanessa.

Repite el proceso un par de veces más hasta que considera que ha terminado.

Muy bien estoy seguro que no pasará lo que ella teme, pero no estoy tan seguro de que sobreviva, ha perdido demasiada sangre, que descanse - Dice y restaura los vendajes velozmente alrededor de las heridas de la chica, intentando detener la hemorragia.

Todo era oscuridad. Debía de hacer bastante tiempo desde que acabe inconsciente.
Por mas que intentaba despsrtar no podía , la oscuridad podía conmigo. No veía nada ni me podía mover.
Estaba agotada y sentía un intenso dolor en el cuello.
Seguí luchando por momentos intentando despertarme.

Paul le miraba mientras se retorcía y aginizaba en lo que parecían para él ser sueños.

Vamos no desistas, tu puedes, puedes lograrlo, cree en ti misma y todo es posible - Dice como hablando solo, aunque claramente, sus palabras iban dirigidas a Vanessa.

Le toma la mano, como un acto reflejo.

Paul continúa tomando la mano de Vanessa, quizas ejerciendo un poco de presión en esta, pero simplemente por el hecho de su nerviosismo, esperaba que esto resultara.

Al cabo de un rato, se da cuenta de que la mano izquierda de Vanessa se había movido, e instintivamente, la toma sin dudarlo un segundo.

Observa los vendajes de la humana, y se da cuenta de que sangraban demasiado, entonces procede a cambiarlos, añadiendo una nueva cantidad de su unguento especial curativo en ellos.

Vamos Van, no te rindas, puedes lograrlo - Dice ya suplicando, estaba realmente preocupado.

Al cabo de un buen rato conseguí abrir los ojos.
La silueta de Paul se veía difuminada y en blanco y negro.
Me lleve una de mis manos a la cabeza, esta me daba vueltas.
Intente visualizar a Paul mientras dibujaba una débil sonrisa en mis labios, agradeciendo a Paul lo que había hecho y sin poder pronunciar palabra.
El dolor en el cuello era insoportable.

Paul ve, con gran alivio, como Vanessa vuelve a mostrarle el color de sus ojos otra vez. Ve como intenta decir algo pero se ve incapaz de lograrlo.

Shhh - Dice el Lycanthropo - No hables, ahorra energías, debes descansar, no te preocupes, hazlo sin temor, yo te protegeré... - Dice y le acaricia la cara con su mano derecha.

Tras esto, vuelve a cambiar los vendajes, cosa que hacía una vez cada tanto...

Paul no podía entenderla, estaba algo confundido, acaso no quería ella que su dolor sanara??

Necesitas que haga algo?? te traiga algo?? , agua por ejemplo - Pregunta si saber que hacer o decir.

Off: perdon por la demoraaaaa!!!
On:

Paul escucha la respuesta de la debil chica.

Bien ahora descansa, claramente necesitas energias, me quedare haciendo guardia - dice Paul y pega media vuelta y se pone en cuatro patas.

La figura de la luna llena se ve en los cielos de la obscura noche, y tras volver la vista a donde estaba Paul, se podia observar un lobo blanco de pelaje perfectamemte liso sedoso y suave, cuyo color blanco era igual al de la luna surge en su lugar.

Este se da vuelta y habla en voz mas grabe que la de Paul pero se notaba que seguia siendo el, mas que nada por sus gestos.

No temas por nada, que aqui estoy yo... - dice y vuelve a darse la vuelta y levanta un poco la cabeza mirando la luna que reflejaba con sus azules ojos.

FDR: No pasa na^^


Sonreí al ver a Paul y ceré los ojos dispuesta dormir un rato.
El dolor del cuello seguía siendo insoportable.
¿A quién se le ocurre provocar a un vampiro?....A mí¬¬
Aunque después de aquello, seguí sin tenerles ningún miedo y menos a aquella chica.

El lobo blanco se recuesta a los pies de la piedra donde estaba Vanessa con sus sentidos activados al maximo.

FDR: Perdón el retraso, Vane se convertirá en mestiza, así que más adelante veremos lo síntomas XD



Al cabo de una horas me desperté, aunque me costaba respirar y el dolor seguía ahí.
Me quedé miranso al cielo sin decir de una palabra.
Aunque había dormido, seguía cansada.