Nº 2 de Road Cranville, Mansión de Kyrd y Lady Deloys

Solté una risita al notar sus labios. Me hacía cosquillas.
seguí besándolo, sin mucha imaginación ya (xD)

La puse de espaldas a la cama y me puse encima de ella.
La besé más freneticamente que antes y me desnudé entero e hize lo mismo con ella.
Dejamos que las cosas que tenían que pasar... pasaran.

Después de un rato...

- Kyrd, ¿estás dormido?- susurré en su oído.
Tenia la cabeza apoyada en su pecho y sus brazos rodeaban mi cuerpo.
Alcé la cabeza y estiré el cuello para preguntarle.

Reí entre dientes.
-Sabes que no -la miré a los ojos y sonreí.

Le devolví la sonrisa y le di un tímido beso en la mejilla.
- Te quiero- fue lo único que se me ocurrió decir después de un rato de silencio.

La estreché más entre mis brazos.
-Yo también a tí -besé su cabeza y miré por la ventana.

Sonreí.
Me envolví en una sábana y me levanté.
Lo miré con el ceño fruncido.
- Venga, levántate- dije, tirándo de él para que saliera de la cama.

Suspiré.
Me levanté de a cama y me puse la ropa interior y los pantalones.
Me senté en el alfeifar de la ventana.

Lo miré fijamente.
¿Le pasaba algo?
Ajustando la sábana bien a mi cuerpo, me acerqué a él con un paso verdaderamente patoso.
- ¿Te pasa algo?- pregunté con voz preocupada, mirándolo a los ojos.

Alcé una ceja.
-No, ¿por qué? -la miré, extrañado de la pregunta.

Me encogí de hombros y le di la espalda, ocultando una sonrisa.
- Por nada, no pareces contento después de haber estado conmigo- dejé caer.

La abracé por detrás.
-Eres un pequeña manipuladora -susurré, juguetón en su oído.
La estreché con fuerza.

Reí.
- ¿Yo?- pregunté inocente- Que va.
Me di la vuelta y lo besé con dulzura.
- Tengo hambre.

Reí.
-¡Qué raro!
Fui a buscar la bolsa de las manzanas y le di una a Emily.

Me enfuruñé.
- Jo, que yo sí como- me quejé entre risas.
Cogí la manzana y la comí. Sin embargo, a los tres bocados, la manzana volvió a subir.
Corrí al cuarto de baño.

Fui detrás de ella, preocupado.
-¿Qué... ocurre?

Sali del cuartgo de baño incluso más pálida de lo que ya de por sí era.
- No me encuentro bien...- susurré.
Me apoyé en la pared, muy débil derepente.

La sostuve con firmeza.
Toqué su frente, pero no estaba caliente.
-Mmm... sería mejor que descansaras -eran las 3 de la tarde, en verano con todo el calor,casi imposible para un humano normal y corriente.

Me limité asentir.
Antes de meterme en la cama volví a ponerme mi ropa y cerré los ojos.

Me senté a su lado y la miré.
-¿Qué... tal?

Lo miré como diciendo: ¿¡NO ME VES!? ¬¬
- Genial- gruñí.
Todo daba vueltas...

Bajé la mirada.
-¿Quieres algo? -pregunté mirando al suelo-. Una manta, agua...

Agua. Comida.
La imagen de unos deliciosos macarrones vino a mi mente.
Salí disparada al cuarto de baño.
Cuando volví, más palida que antes, despeinada y temblando, Kyrd seguí en la misma posición.
Me colé entre sus brazos, pidiendo en silencio un abrazo.
- Estoy bien.

La abracé.
-No, no lo estás.
La miré con gesto de gravedad.

Negué, quitándole importancia.
- Que estoy bien- sonreí.

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